11.08.2005

El Origen

Como todo buen inicio, no fue fácil, el simple concepto del despacho se presentaba como algo tan subjetivo que no podiamos concretar una idea fija de lo que se buscaba ni queriamos lograr, pero yo creo que la virtud de los jovenes es el no darse por vencidos, teniamos tanta fe como ahora, en sacar algo adelante. Bastaron mucho café y nicotina para empezar a idear maneras, formas y conceptos que hoy rigen el despacho.
Se decidió poner a prueba todo aquello que sabiamos hacer y que habiamos aprendido en la universidad, nuestro campo de trabajo parecía infinito, las cualidades y capacidades de cada uno debían ser explotadas para así ir creciendo. Y así empezamos con toda la imagen, el protocolo y la ideología, fue una eterna desvelada, rescatando de la nada junto con Beto una interminable serie de necesidades basicas para comenzar, así llegamos al logo, un juego al principio, y es que debo mencionar que el primer acercamiento al nombre del despacho era Waka.Lab por obvias razones, no se antoja el nombre para un despacho que a futuro pensaba ser serio, queriamos algo con números y letras; queríamos evitar a toda costa el clásico estereotipo de nombre de despacho p.e. M.R.V.A (Martínez+Rivera+Viveros) y cosas así, queríamos utilizar la palabra laboratorio creo que al día de hoy no se el verdadero porque.
Hasta que milagrosamente, la creatividad toco nuestras cabezas y se llego al nombre, y bueno de ahí Roberto comenzo con una explicación que aun creo se saco de la manga, sobre las 4 dimensiones de la arquitectura que son: Largo, Ancho, Profundidad y Temporalidad, quizás corriga en otro Blog Roberto esto porque la verdad la escena de la explicación fue algo así como un capítulo de Snoopy cuando en la escuela la maestra hablaba y solo se llegaba a escuchar un wa wa wa bla bla bla ka lalalala.
Y empezaron a llegar las chambas me siento orgulloso de decir que no teniamos ni una semana y ya sabiamos que hacer, comenzando desde un Bar, luego le siguio un Restaurant, de ahi una casa y finalmente un stand para periodicos, ninguno de ellos realizados. Al principio eso nos desanimo demasiado, la universidad comenzo a hacer su papel y los pendientes, tareas y horarios, quebraron al despacho empezamos a ser bastante inconsistentes y cuando todo parecía perdido, Roberto había tirado la toalla, yo admito que tambien estaba contemplando la idea de trabajar una vez más en un despacho y hasta le hablé a mi antiguo jefe para ver si no tenía chamba, obvio todo esto escondido entre falsas promesas de chelas, y pues Ernesto era como el cometa (se aparecía cada determinado tiempo).
Entonces...
arQUIKEcto

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